domingo, 25 de enero de 2009

PODRÍAMOS SER TODO ESO

" Podríamos ser todo eso"

¿Qué podríamos ser de mayor?... por decir alguna cosa.
Ninguna respuesta a mi pregunta... esperé diez segundos y de forma reiterativa miré a todos los ocupantes del vagón hasta que del fondo se levantó una silueta ensombrecida, y con un tono de voz firme, segura y rascada, contestó tapándose la cara con la bufanda...

¿De mayor?... muchas cosas y ninguna. Podría encargarme simplemente de collar los tornillos del ánimo ajeno con las tuercas hexagonales del desvanecimiento intermitentemente abandonado por las fuerzas de flaqueza. Aunque aflojar bombillas en casa ajena, liberando a los interruptores del cambio de estado me resulta motivador, del "on" al "off" sin necesidad de mover otro dedo que no sea el mio.

Por qué no, engrasar las cadenas de los reductores atascados con ácidas micciones de cinísmo. Y ya puestos, y sin salirnos del ramo; achicar los litros de lágrimas que se acumulan en los depósitos de cualquier inframundo sentimental, me interesa; no lo reconocen por no avergonzarse en público, pero sé de buena tinta que viven bajo el umbral de la pereza, fecundando lagunas sensitivas con caricias, por el método in vitro y sin que sirva de precedente.

Mi zapatero de confianza dice que en un futuro muy próximo habrá hasta opositores al cuerpo de frotadores de suelas gastadas, con estropajo y salfumán como herramientas indispensables, y sin guantes para protegerse de las irritaciones en las manos.

Puestos a no forzar mucho el físico, lo de transportar la empatía en furgones blindados de abrazos, puede interesar. Herméticamente aislados y a salvo de la indiferencia. A todos a los que les interese no cargar con el egoísmo propio les puede resultar algo enriquecedor.

Luego ya, si se está libre de escrúpulos, y se aguantan los pisotones... siempre tendremos un puesto reservado como alfombrero en el pasacalles del pataleo. Para después, ser esos sufridores verbeneros que soportan sin ápice de dolor los pasos mudos y subtitulados de los bailes de claqué en versión original.

No sé el resto de ustedes, pero ahora me quedaría con lo de ser tertuliano sin micrófono y de palabra censurada entre la "i" y la "k". Sin empadronar a nadie en la reserva natural de las opiniones ajenas, y pivotanto sobre mi actitud. Marcar con cada letra el perímetro prudencial de los que no entendemos ni jota de nada y todo del resto. Pero... a día de hoy, reconozco que sigo haciendo horas extras memorizando clandestinamente agrias serenatas de desamor, para pasado un tiempo almibararlas con diabéticas estrofas. Puede que no sea un éxito mundial y reconocido, pero sí que se trata de ese coreado totum revolutum por las mentes cantarinas que peregrinan al mausoleo de la comprensión... con los corazones anticipadamente flameados de acetosos renglones de sobremesa y baja densidad.

Bueno... estaría todo un día contestando, pero me van a perdonar todos y cada uno de los aquí presentes, pero es que esta es mi parada. Espero haberles servido de ayuda. Buenas tardes y seguro que nos volvemos a ver, aunque sea la última vez.

(Y la sombra puso su píe en el andén, dejándonos a todos recapacitando y pensativos, yo el primero por preguntar al aire... curiosa curiosidad.)

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